Crayola es un juguete con una función práctica, pero al fin y al cabo juguete. Su nombre completo es Crayola Crayon Maker y es una fábrica de ceras (o lápices de colores) en la que los niños pueden reciclar y aprovechar hasta el último milímetro de ellas.
El mecanismo es muy sencillo: los pedacitos se introducen en la máquina y esta los derrite y forma ceras nuevas pero con colores totalmente diferentes. Dependiendo de la mezcla que se introduzca se conseguirá un color u otro, también se pueden guardar todos los trocitos de colores rojos, por ejemplo, y luego introducirlos en Crayola para conseguir un nuevo lápiz de color rojo.
Una vez listos se pueden etiquetar. Su precio es de 20 euros y se puede comprar en la Web de Crayola. Me parece a mi que no sólo lo van a utilizar los pequeños de la casa.
Vía: Bebés y más